No existe algo que se pueda comprar con el vacío que deja la muerte. El ocaso parece invitarnos, con cierta ironía, a un nuevo amanecer. Tal vez en este dilema se encuentran los dos personajes centrales de esta «Después de Lucía» la opera prima del director Michel Franco quien no pudo haber iniciado de mejor manera. En Cannes «Después de Lucía» se llevó el premio máximo en la sección Un Certain Regard, en la Habana Franco se alzó con el premio a mejor director y en San Sebastián el filme se hizo con un premio especial.
Ya quisiéramos tener una computadora como aquella fabulosa de «The Matrix» y ser el mismísimo Neo para que nos atornillaran en el el cuello un cable y nos carguen a nuestro cerebro, de un solo tirón, todas las películas del mundo habidas y por haber. Pero estamos hechos de carne y hueso y no de celuloide, por eso nos toca zamparnos las películas una por una. Por esta limitante de los simples mortales en el camino se nos quedan algunas obras y esta «Después de Lucía» es el caso más reciente. Sin saberlo estábamos pecando por omisión, pero ya hemos hecho las paces con los dioses del cine.
Este filme cuenta con un guión formidable que se adueña de nuestros sentidos desde el minuto uno. despuesdelucia3La historia de Alejandra y Roberto se va armando cual rompecabezas, cada secuencia nos sumerge en las emociones de cada uno de estos personajes y sus emociones trascienden la pantalla para meterse en nuestra piel. Con un ritmo pausado la película nos hace reflexionar sobre las acciones y los motivos de esa Alejandra, errante, perdida, aturdida y ese Roberto, ausente, absorto, derrotado. Ellos se necesitan el uno al otro para salir a flote pero el lastre que comparten es demasiado pesado.
La muerte, la falta de comunicación, el desenfreno de la juventud y la incapacidad de las instituciones escolares, son todos elementos que se mezclan en este filme. Partiendo tenemos un drama de duelo familiar que va escalando hasta tornarse en un drama de tensión psicológica que pone en jaque nuestras convicciones morales.
Tessa la interpreta el rol de Alejandra y lo hace de manera fabulosa, su presencia en escena cautiva y logra crear una conexión fuerte con la audiencia. Tanto por las características de su personaje como por su capacidad de interpretación. Hernán Mendoza hace de Roberto, el padre de Alejandra, su personaje es más introspectivo, de escasos diálogos pero de acciones contundentes.
«Después de Lucía» es una de esas películas que se quedan con nosotros para siempre. Compuesta de imágenes que se quedan dando vueltas en nuestras mentes y con un final de los más impactantes que hemos visto en mucho tiempo.
9/10
Ficha Técnica:

  • Dirección: Michel Franco.
  • Guión: Michel Franco.
  • Reparto: Tessa la, Hernán Mendoza.
  • Género: Drama.
  • Duración: 103 min.
  • País: México.

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HPS