POR: HUGO PAGAN SOTO
En algún lugar dice 35 pero su físico grita más bien veinte y tantos. De carácter pasivo, reservado pero de conversación ligera y fluida; así es el joven director Mexicano Amat Escalante. Su visita a Santo Domingo viene de la mano de la prestigiosa cerveza Stella Artois y la empresa Caribbean Cinemas. Escalante llega a nuestra isla con lo que podría definirse como su mejor carta de presentación, el filme “HELI”.
Desde su estreno en 2013 la película no ha dejado de recibir elogios de la crítica y de obtener premios en distintos festivales, pero hay un reconocimiento en particular que brilla sobre los demás. En el prestigioso festival de cine de Cannes Escalante fue seleccionado como el Mejor Director.
¿Cómo llegas al mundo del cine?
Empecé como todos, viendo cine. Desde muy pequeño mis padres me llevaban al cine y recuerdo la primera película que vi, “E.T.” (De Steven Spielberg). Antes de cumplir los 15 años soñaba con ser actor pero era muy introvertido. Poco a poco me di cuenta que había algo más interesante que actuar y eso era hacer. Entonces se dio una combinación muy interesante. A los 15 años vi dos películas una de ellas “La Naranja Mecánica”, que durante ese tiempo la veía al menos una vez al día por muchos meses y a la vez descubrí la película “El Mariachi” de Robert Rodríguez. Esta última me impresionó porque la hizo él solo (Rodríguez) y la hizo con muy poco dinero, fue la combinación de estas dos películas lo que me hizo pensar que yo también podía hacer cine.
Luego de eso dejé la secundaria y me decidí por hacer cine. Inicié trabajando en restaurantes de comida rápida y ahorrando dinero para hacer mi primer cortometraje, “Amarrados” el cual hice junto a mi hermano, esta fue mi escuela. A los 17 años comencé a trabajar en una tienda de renta de videos en Texas y fue ahí pude nutrirme de todo tipo de cine y hacer pequeños trabajos con una cámara Super 8 que me había comprado. Mi entrada de manera definitiva al mundo del cine se dio cuando el director Mexicano Carlos Reygadas me contrató como asistente de dirección para su filme “Batalla en el Cielo”. Yo lo había contactado vial email y le había enseñado mi corto “Amarrados” y a él le gustó y de esta manera terminé trabajando a su lado.
¿Si no fueras cineasta que serías?
Tal vez sería Chef, me gusta la cocina y hago unos buenos chilaquiles y enchiladas, también puedo hacer comida Tailandesa. Me gusta trabajar en la cocina y para mi es similar a hacer cine, preparas algo para ver si le gusta a alguien. Si hago algo para mí no lo hago muy bien pero si lo hago para otro le pongo mucho empeño.
Con sólo 35 años ya has estado en Cannes en tres ocasiones ¿Qué se siente alcanzar eso que para muchos cineastas es un sueño?
Arranqué muy joven y he tenido suerte, desde mis 15 años me propuse hacer el cine por el cual yo sentía pasión. Creo que por cosas del destino pude llegar ahí y también por ser perseverante. El querer contar historias visuales tal vez ha hecho que mis películas sean especiales, me apasiona mucho contar algo con imágenes.
¿Qué puertas se abrieron después del premio a Mejor Director en Cannes?
Pues no sé, creo que no he explorado todas las puertas aún. Han surgido más ofertas de trabajo, he viajado. Pero por ahora quiero seguir haciendo el cine que me apasiona.
Todas tus películas tienen un fuerte componente social ¿Es ese tu modo de gritar y alzar tu voz?
Creo que sí, toda mi familia siempre ha sido muy activa políticamente y yo me he identificado con eso, he sido muy sensible con los temas de injusticias y la desigualdad que en México hay mucha. Ver el extremo de la riqueza y la pobreza en mi país me parece lo suficientemente violento y eso lo transmito en mis películas.
¿Cómo defines tu película HELI?
Me gusta pensar que es una montaña rusa por la emociones, sorprende la agente que la ve, asusta, te hace saltar. Vas al cine y recibes algo a cambio algo que no se te va a olvidar. Me gustaría agradecer a Caribbean Cinemas que me permite venir aquí y tener ese contacto con el público que siempre es tan importante. Para mí es una experiencia enriquecedora y es una oportunidad que no es tan común.