Hoy en día tenemos estudios de yoga por todas partes. Se reproducen como si fueran McDonalds, aunque sus objetivos sean diferentes. El yoga es una disciplina que tiene sus orígenes en la India, su popularidad en América vino gracias a sus beneficios para el acondicionamiento físico. El documental Bikram: Yogui, Gurú, Depredador hace un recorrido por la vida de una de las figuras centrales en el éxito del yoga en gran parte del mundo, Bikram Choudhury. La ganadora del Oscar Eva Orner (Taxi al lado oscuro) nos lleva desde el ascenso de Bikram en los 70 hasta el presente con las alegaciones de violaciones y acoso sexual pesando sobre su cabeza.

El Festival Internacional de Toronto fue el escenario donde el filme hizo su debut antes de ser adquirido por Netflix para su distribución. Ya en 2018 la cadena de televisión ESPN había abordado la figura de Bikram Choudhury en su serie documental “30for30”. El nativo de Calcuta llegó a los Estados Unidos a principio de los 70 y abrió su primera escuela en Los Ángeles, desde ese momento un aura de misticismo arropó sus clases y a todo en que algún momento estuvo cerca de él.

BIKRAM YOGA

El sistema Bikram yoga es un método patentizado por el propio Bikram, bajo el enunciado de haber inventado este estilo. Una secuencia de 26 posturas y dos ejercicios de respiración que deben ser realizados en una temperatura controlada no menor de 40 grados Celsius, esto es la esencia del Brikram yoga. La semilla del yogui no pudo encontrar un terreno más fértil, la meca del cine hizo lo que mejor sabe hacer y en un parpadeo Bikram era toda una celebridad. Programas de TV, fotos con las celebridades, mansiones, carros lujosos y clases con cientos de estudiantes que pagaban hasta 10 mil dólares para certificarse como entrenadores.

El trabajo de Eva Orner nos deja ver tras bastidores. Las entrevistas con pupilos de Bikram y personas que trabajaron muy de cerca para construir el imperio dejan ver el lado oscuro. Los más de mil estudios en 40 países con el nombre de Bikram Yoga se vieron sacudidos cuando las primeras denuncias de abuso sexual salieron a la luz. Bikram: Yogui, Gurú, Depredador apunta también al pobre manejo por partes de la fiscalía de Los Ángeles en todo los relacionado a las acusaciones. La realizadora logra un buen balance con las entrevistas para enfocar todas las caras del tema. Su puesta en escena resulta convencional y la fuerza reside completamente en lo bizarro del tema y sus figuras.

Bikram Choudhury

Bikram Choudhury (Google Images)

UNA FUSIÓN ENTRE LA MADRE TERESA Y HOWARD STERN

En un momento uno de los entrevistados define a Bikram como una mezcla entre la madre Teresa y Howard Stern. Para muchos una figura casi mesiánica, a la vez excéntrica y grandilocuente. Cuando la directora Orner se aventura más profundo descubrimos a un encantador de serpientes del mundo moderno. Nos resulta imposible creer los testimonios que afloran así como el carácter casi de secta de esas sesiones de entrenamiento.

Bikram: Yogui, Gurú, Depredador fluye mejor cuando Brikram toma el escenario y ese material de archivo permite a la audiencia armar el rompecabezas. El ritmo se ralentiza en algunas de las entrevistas pero en conjunto el filme funciona muy bien.

7/10