Cuando vemos «La salida de los trabajadores de la fábrica» , de los hermanos Lumière, pensamos que esto ha existido siempre. El deseo de calcar, de duplicar de manera perfecta la vida y plasmarla en imágenes ha estado en nosotros desde que pusimos pie en esta Tierra. La literatura, el teatro, la pintura y todas las artes han transitado por esos senderos, la vida es inspiradora e inspiración. En ese orden Richard Linklater ha llevado las cosas a otro nivel con «Boyhood», un filme que recoge 12 años en la vida de una familia.
Eso de los 12 años puede que no cause ningún asombro pues hemos tenido películas históricas y biográficas que abarcan mucho más de ahí. Pero lo que si nos impresiona es que el señor Linklater trabajó durante esos 12 años con el mismo elenco para lograr sus resultados. En otras palabras todos los personajes sufren sus transformaciones de manera real en ese período de tiempo. Iniciando por aquí esta «Boyhood» es una verdadera proeza cinematográfica y el hecho de poder mantener a todo ese equipo en sintonía con el proyecto durante todo ese tiempo es algo que establece un nuevo precedente.
Todo en «Boyhood» gira en torno a Mason (Ellar Coltrane), ese guión del propio Linklater siempre parte desde la perspectiva de este personaje. Lo que pasa ante nuestros ojos es la vida misma, sin aditivos o efectismos que incidan sobre la carga dramática. Es en esa simpleza donde el filme consigue trascender pues logra estampar de una forma tan natural cada uno de los sucesos que se nos olvida que estamos viendo una película. La niñez, la adolescencia y los destellos de la adultez de Mason se conjugan con el ambiente que le rodea y eso nos deja como resultado una brillante reflexión sobre la vida.
Pequeños Detalles
La suma de pequeños detalles hace de «Boyhood» una película extraordinaria, secuencias Boyhood-Movie-Review-Image-1perfectamente pensadas e insertadas de manera quirúrgica en la anatomía del filme. Tomemos por ejemplo la secuencia de apertura, Mason tendido en el césped contemplando fijamente el cielo de pronto su madre entra en la escena y le dice que es hora de irse, la primera palabra que sale de la boca de Mason es una pregunta. En ese momento no somos conscientes de la importancia de esa simple pregunta pero no tardaremos mucho en darnos cuenta que esa secuencia nos resume la esencia de este personaje.
¿Y si vivimos todos juntos?
Linklater se adentra en las profundidades de las familias en la sociedad actual y en especial esas familias fracturadas. Una formidable Patricia Arquette es la figura materna y un muy seguro Ethan Hawke le toca ser padre. De estos personajes nunca sabemos sus nombres, solo son mamá y papá. Como si el director quisiera decirnos que ellos pueden ser cualquiera, son un genérico de todos los padres que están ahí afuera. A Mason y su hermana Samantha (Lorelei Linklater) les toca vivir las consecuencias de las decisiones de mamá y papá, no tienen otro remedio que ir con la corriente.
Mason contra el mundo
Tenemos que volver a ese Mason, ese que no se conforma, que necesita saber, que busca sin saber en realidad que está buscando, ese que nos aturde con sus diálogos profundos y llenos de verdad. Nos parece que busca un lugar en el mundo o tal vez un lugar fuera de el. Crecer no hace las cosas más fáciles ni trae respuestas, por el contrario vienen más preguntas y es más difícil comunicar. Es en Mason donde Linklater deposita toda la fuerza de su discurso.
«Boyhood» es una de esas películas que están destinadas para permanecer incólume ante el paso del tiempo por su capacidad para condensar la vida misma y por convertir la pantalla gigante en un espejo del alma.
10/10
Ficha Técnica:

  • Dirección: Richard Linklater.
  • Guión: Richard Linklater.
  • Reparto: Ellar Coltrane, Patricia Arquette, Ethan Hawke, Lorelai Linklater.
  • Género: Drama.
  • Duración: 165 min.
  • País: USA.

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HPS