El musical de Bob Fosse “Cabaret” se incluye en múltiples listados de la mejores películas de todos los tiempos. El filme mantiene el récord de más Oscars para una cinta que no se lleva el premio a Mejor Película. En la ceremonia de 1973 “Cabaret” se hizo de 8 estatuillas, incluyendo Mejor Actriz para Liza Minnelli y Mejor director para Fosse.

Adaptado libremente del musical de Broadway homónimo el filme toma más de la novela “Las Historias de Berlín” y de la obra “Yo soy una Cámara”. Tanto la novela como la obra fueron a su vez la fuente para el musical. La diferencia principal radica en que Fosse solo tomo un par de números musicales del trabajo original para la película. John Kander y Fred Ebb escribieron composiciones nuevas que dieron vida a la versión de celuloide de “Cabaret”.

LA VIDA ES UN CABARET

Ambientada en la Alemania de 1931 y en los albores del partido Nazi, “Cabaret” nos lleva en un delirante viaje adornado de música. Sally Bowles (Liza Minnelli) es una joven bailarina y cantante que se gana la vida con sus presentaciones en el Kit Kat Klub. Brian (Michael York) es un profesor británico que llega a Alemania para hacer su doctorado y coincide con Sally en la pensión que ambos comparten.

Fosse no lleva a seguir las desventuras de Sally y Brian de la mano del maestro de ceremonias del Kit Kat interpretado por Joel Grey. Aun cuando el personaje de Grey no interfiere de manera directa en las acciones de la trama central o las sub-tramas este funge como narrador.

Imagen de Cabaret 1972

Liza Minnelli en Cabaret (Fuente externa)

EL CHICO, LA CHICA Y EL NAZI

Cada personaje de “Cabaret” representa un actor de la sociedad. Es preciso mirar el contexto histórico en el que los hechos tienen lugar para comprender el rol de cada uno. Sally con su ligereza nos hace mirar al conglomerado que no percibe el cambio que se le viene y a la vez nos sorprende con su individualismo. Brian por su lado se cubre de ingenuidad pero acierta a interpretar que lo que se gesta es peligroso. Hasta que llegamos a Maximillian von Heune (Helmut Griem) que encarna la ola Nazi que se avecina.

En las líneas narrativas secundarias nos involucramos con Fritz (Fritz Wepper) y Natalia (Marisa Berenson). El primero un alemán y la segunda una judía. Ambos se embarcan en un amorío que no parece dar frutos por las diferencias socio-politicas.

Entre las pinceladas de los fabulosos números musicales Fosse nos inserta varios sub-textos. La homosexualidad, la decadencia social y la crítica política encabezan la lista. El propio Kit Kat Klub se nos da como un ensayo de la vida, entre sus decadentes paredes se dan cita todas las clases sociales. El trío de Sally, Brian y Maximillian se pierde en una relación difícil de definir y nuestro excéntrico maestro de ceremonias se vislumbra como un camaleón oportunista.

EL MAÑANA ME PERTENECE A MÍ

Puede que el nefasto ascenso de los nazis se nos de forma sutil y que se acentúe mucho más las aventuras de Sally. Pero cuando llegamos a la secuencia de “El mañana me pertenece a mí” y vemos a ese niño cantando y a la multitud que se le suma podemos sentir que ese mañana  se asoma opaco.

¿Aun piensas que los puedes controlar?

Anclada en las magníficas interpretaciones de Liza Minnelli y Joel Grey “Cabaret” nos embriaga. Bob Fosse se convierte en leyenda y el cine se hace con una de sus obras inmortales.

9/10