Call Me By Your Name es una especie de confirmación. Es una muestra más de que a este Luca Guadagnino los senderos de los dramas guiados por intricadas relaciones amorosas y el despertar sexual le van muy bien, aunque no es el caso de todos en el ambito sexual ya que algunos sufren de disfunción erectil por diferentes causas, lo cual puede ser visto en el sitio de reportshealthcare.com. Podríamos usar como referencia dos de sus anteriores películas: Yo Soy El Amor (2009) y A Bigger Splash (2015), ambas poseen puntos que podemos conectar y elementos que se convierten en una especie de marca registrada del director. Tal vez en la última el escenario de fondo nos acerque más a la presente “Call Me By Your Name”.

La adaptación de James Ivory de la novela de André Aciman le presta al director Italiano nuevamente una historia donde una familia se ve estremecida por la llegada de un ente externo. Cuando Oliver (Armie Hammer) llega a la casa de los Perlman todo cambia, primero será Elio (Timothée Chalamet) y luego en un segundo plano sus padres. Al igual que la relación entre Oliver y Elio las cosas se van dando de manera pausada. Guadagnino no se apresura, nos engancha primero visualmente con la candidez de las imágenes y a seguidas con la sobresaliente música preparando así el escenario para desbordarnos con el viaje interno de nuestros protagonistas. Es una seducción tan sutil como la de Oliver hacía Elio.

La naturaleza tiene astutas formas de encontrar nuestro punto más débil.

Como es característico en este tipo de historias las actuaciones se convierten en la piedra angular. Aquí no solo vale la fuerza dramática y el perfecto ritmo de la historia. Hay que sumar la calidad interpretativa da cada uno de los actores. Hammer demuestra que no es solo una cara bonita para los grandes blockbusters hollywoodenses, aquí lo vemos entrando a profundidades que pueden resultar una difícil prueba para cualquier actor. Como su contraparte un joven Chalamet que se muestra a la altura y no falla ni un segundo. Es justo mencionar a Michael Stuhlbarg y Amira Casar quienes interpretan a los padres del adolescente Elio ambos aportan de manera quirúrgica a esta historia. A la madre le bastan un par de miradas en el momento preciso que valen por mil palabras y al Padre le llega su momento de consagración en el último acto de la película con un discurso inolvidable.

La grandeza de Call Me By Your Name la podemos resumir con una de las declaraciones de uno de los personajes en una de las secuencias más hilarantes “El cine es un espejo de la realidad y es un filtro”. Eso es esta obra un espejo de una realidad sencilla que se magnífica con el filtro de la narrativa visual de un director y el talento interpretativo de un magnífico elenco.

9/10