A Captain Marvel le faltó la magia de Marvel. Esta no es más que una pieza en todo el rompecabezas del universo cinematográfico de Marvel. Su importancia se relega totalmente a su futura aparición en la ansiada “Avengers: Endgame” con la esperanza de que su rol en la venidera cinta llene las expectativas que los mismos estudios crearon. Ciertamente lo que ofrecen este tipo de películas es un buen rato en la butaca de un cine cualquiera devorando una funda de palomitas gigantes (no digo cocalecas porque el colega Rubén Peralta es capaz de demandarme). Con el tiempo Marvel Studios se ha convertido en su propio enemigo, ellos han subido la barra a un nivel tal que aún para el espectador común salir de la sala del cine satisfecho es más difícil que encontrarse con un político íntegro.

Carol Danvers termina convirtiéndose en Capitán Marvel cuando su ADN se fusiona con el de un ser de raza alienígena en una poderosa explosión. Esto para hacer la historia corta y no correrme el riesgo de ahondar mucho en un terrero que solo he conocido en su superficie. Según los versados en la materia estamos frente a uno de los personajes más poderosos que las páginas de las historietas jamás han plasmado. Esto queda bien claro en el tercer acto del filme después que esas dos horas y cuatro minutos casi se han agotado. Cuando le llega el momento de lucirse Carol Danvers hace gala de todo su poderío en una secuencia realmente bien lograda. Por aquí y por allá podemos encontrar secuencias que valen la pena, pero lo único constante es la irregularidad. Un guion que no presenta nada de novedoso y que carece de frescura limitándose a repasar los metódicos tres actos.

Brie Larson pareciera no sentirse tan segura de sí en el traje de Captain Marvel, el carisma que ha de tener un superhéroe no es una herramienta de la que Larson puede hacer gala. Y no es que Larson no tenga la capacidad es que eso es un intangible que se logra sólo cuando un actor encaja de manera perfecta con uno de estos protagonistas de las tiras cómicas. Ejemplos hay muchos, podemos mirar a un Robert Downey Jr. Con su Iron Man o a un Chris Evans con su Capitán América. O tal vez observar más cerca y apuntar hacía Samuel L. Jackson que comparte escena con Larson en su papel del un joven Nick Fury. Fury es otro de los elementos que mantienen el barco a flote. Es poco lo que pueden aportar Anna Boden y Ryan Fleck, este dúo responsable de películas como “Sugar” y “Half Nelson” aquí están simplemente para llenar la posición de directores. Cintas como estas se manejan desde la producción y los estudios son los que dictan las reglas. Quizás la parte positiva de tener a Boden y a Fleck detrás de cámara es el hecho de la selección del dominicano Algenis Perez Soto (Sambá) para uno de los roles secundarios. Algenis protagonizó la cinta “Sugar” de Boden y Fleck y de seguro que eso le allanó un poco el camino.

Lo mejor de Captain Marvel es el gato y su primera escena post-créditos. También podríamos agregar algunos elementos que reviven la nostalgia noventera que encontramos de vez en cuando. Carol Danvers podrá ser uno de los seres más poderosos del universo Marvel pero por el momento en el universo cinematográfico es Steve Rogers quien comanda la tropa. Parece que no hay espacio para más de un Capitán.

 

5/10