«Desde que conocí el arte esta celda se ha convertido en una prisión»

Lo del cine con Shakespeare es viejo muy viejo y claro que no es para menos si hablamos de una de las mentes más brillantes que han puesto los pies sobre la tierra, pues el cine se ha dejado seducir por el encanto de las obras de este escritor Inglés y la hemos tenido en todas las formas y colores en la gran pantalla. Como olvidar a Kurosawa y su «Trono de Sangre» inspirada en Macbeth o tal vez pensar en «West Side Story» que no hace más que ponerle otra nacionalidad a Romeo & Julieta, hacer una lista resulta una tarea interminable basta con tomar a «Hamlet» y entre adaptaciones y demás nos topamos con más de 20 películas entre la que encontramos de nuevo a Kurosawa con su versión en el filme «Los Canallas Duermen en Paz».
Su obra Julio Cesar no es la excepción en 1953 el inmortal Marlon Brando daría vida al mítico personaje en el filme de Joseph L. Mankiewicz «Julius Caesar», más tarde en 1970 Charlton Heston haría lo propio y si seguimos seguro que podremos encontrar más pero el asunto nuestro ahora es con el mismo Cesar, ahora lo utilizan los hermanos Taviani para su «César Debe Morir» filme que se llevó el Oso de Oro en el Festival de Berlin distinción que nos parece más que justa luego de poder apreciar el excelente trabajo de estos dos veteranos directores.
Si algo tiene el cine que nos hace amarlo, es la capacidad que tiene para sorprendernos, para cautivarnos, para hacernos creer en lo increíble y precisamente eso hace esta «César Debe Morir» nos hace suspirar por su ingenio, por lo inteligente de su guión y por su formidable edición. Un filme hecho con presos (si internos de una cárcel) y no se hagan la idea de que son presos de poca monta para nada, hablamos de sujetos que se encuentran recluidos en una prisión de máxima seguridad en la ciudad de Rebibbia en Roma y que forman parte de un programa de talleres de actuación como parte de su programa en la prisión. Pues con estos sujetos los hermanos Taviani idearon poner en escena la obra de Shaskepeare y filmar todo el proceso, el resultado una película sencillamente espectacular.
Aunque le podemos decir los nombres de los interpretes no serviría de mucho al menos que alguno tenga una relación con la Camorra. Pero lo que si podemos decirle es que todos pero todos están formidables logrando actuaciones que nos aturden con su fuerza ver a ese Brutus, a Julio Cesar, a Cassius, en fin a todos resulta un verdadero deleite. Si combinamos esas magníficas actuaciones con el formidable trabajo de edición de Roberto Perpignani (El último tango en París) el resultado es asombroso,  se intercalan de las imágenes de las audiciones con los ensayos de la obra y la obra en sí logrando armar la estructura narrativa de una manera impresionante.
Simone Zampagni tiene a su cargo la dirección de fotografía y su labor es un placer visual, el uso del blanco y negro resulta apropiado para el atmósfera de la película y para retratar esos primero planos que dejan en relieve las emociones de los personajes. Para cerrar el círculo tenemos la música de Giuliano Tavani y Carmelo Travia que de manera precisa adorna con sus notas toda la película. Sin lugar a dudas «César Debe Morir» es una de las películas más fascinantes y atrevidas que hemos visto.
 10/10
Ficha Técnica:

• Dirección: Paolo y Vittorio Taviani.
• Guión: Paolo y Vittorio Taviani.
• Reparto: Cosimo Rega, Salvatore Striano, Giovani Arcuri.
• Género: Drama.
• Duración: 76 min.
• País: Italia.

—
HPS