En el marco de la Primera Muestra de Cine Dominicano en Canadá se presentó la película COLOURS. Luis Cepeda se estrena como director y guionista en este drama de época. Interesante que el filme se proyectara justo después de un panel donde cineastas dominicanos y canadienses abordaran la actualidad de la industria del cine y una de las expositoras, Sylvie Jasen, se internara en la identidad de los países en su legado audiovisual.

Laura (Stephany Liriano) es una joven artista que sueña con trascender junto con sus pinturas. Un buen día junto a su novio David (Christian Alvarez) decide emprender un viaje a la gran ciudad para materializar su sueño. Ramón (Francis Cruz) el padre de Laura se opone a la decisión y esto genera una fractura en la relación padre-hija. COLOURS nos lleva a adentrarnos en el drama de una familia y despliega una historia que plasma la fuerza del espíritu humano.

COLOURS o COLORES

Ironía de ironías que un filme que nos empuje a encontrar una identidad dominicana tenga un título en inglés y un subtítulo en español. En mis años como distribuidor pude constatar la importancia de un buen título y como un título en inglés también puede hacer el “producto” más potable en otros mercados. De ahí que incluso cada mercado decida re-titular una película si el nombre original no hace sentido en su mercado.

Pues con COLOURS resulta que el título parece ser un espejo del resultado de la obra. Su melodrama que se lanza a buscar esa esencia dominicana se pierde en los senderos del cine. Bien podría ser la historia de Laura y David la de cualquier novela mexicana o suramericana o india o asiática, podría ser de cualquier lugar. Fuera de los colores de la patria y algunos acordes en la partitura (José Torres) no hay nada que le de color dominicano a COLOURS.

Colours

Imagen del set de Colours (Fuente externa)

ROSTROS SIN NOMBRES Y SIN NADA MÁS

Así como el título de una de las críticas que golpea fuerte a Laura y sus pinturas, los rostros sin nada más es lo que mejor describe a los personajes de COLOURS. El problema aquí no es de interpretación. Stephany Liriano, Christian Alvarez y Francis Cruz quienes conforman el tridente en el cual se cimienta esta película hacen un buen trabajo en la puesta en escena. Pero cuando buscamos la profundidad, el sentido en lo que motiva sus acciones o cuando escuchamos sus diálogos el rostro de esos personajes languidece.

Los personajes se mueven como marionetas, las situaciones más que fluir se notan toscas y como caprichos del director. La belleza de las imágenes de la cámara de Frankie Báez se muestra en un lienzo como esos que dibujaba Laura en los momentos que no encontraba su esencia. Tanto fotografía como música son aspectos que podemos salvar pero que se muestran como proezas aisladas y no como parte de un todo.

Los trazos de COLOURS complacen al ojo pero cuesta trabajo conectar con el discurso que Luis Cepeda plantea a la audiencia más allá del plano de lo obvio.

5/10

https://www.youtube.com/watch?v=SY_6fP2ul9Y