El director Tony Goldwyn, mejor conocido por sus trabajos en series para la televisión, esta vez nos presenta un largometraje basado en hechos reales con una historia conmovedora.
Con un inicio contundente y que nos mantiene la expectativa, la película nos narra la vida de los hermanos Waters interpretados por Hilary Swank y Sam Rockwell, ambos enfrentaron una niñez dura y desorientada con una madre con problemas de alcohol y sexo. Esta vida desorganizada lleva a Kenny (Rockwell) ha involucrarse en una serie de delitos menores que lo estigmatizan para el resto de su vida. Cuando en la ciudad que viven Kenny y su hermana Betty Anne (Swank) ocurre un asesinato brutal, la policía arresta a Kenny y finalmente es condenado por el delito a base de testimonos de algunos testigos.
Esta situación lleva a su hermana a dedicar su vida a estudiar leyes para representar a su hermano, el cual esta totalmente convencida fue injustamente encarcelado. Betty Anne se embarca en una batalla titánica por años en busca de alcanzar su meta.
Las actuaciones de Swank y Rockwell son impecables, ambos estan muy bien en sus roles y le imprimen una fuerza dramática a la pantalla explosiva, principalmente en las escenas en las que están juntos. Estas interpretaciones son el punto más luminoso de este filme .
En la dirección Goldwyn hace un buen trabajo, pero nada fuera de lo normal, aunque si tiene sus buenos momentos, el guión esta bien planteado aunque en ocasiones divaga un poco y pudo haber sido más compacto, evitando algunas escenas en retrospectiva que no suman mucho valor a la película y no son del todo necesarias.
En general Conviction es una muy buena película que trata un tema serio y lo hace de una manera convincente, con unas actuaciones muy buenas.
Calificación: 7/10.
—-
HPS