Siempre me ha llamado poderosamente la atención como las personas que dicen que les gusta el cine se muestran renuentes a la hora de ver una película de cine clásico. Es como si la historia no importara, como si el pasado no haya sido el responsable de sentar las bases para lo que conocemos hoy. Todo el que sigue a un equipo de fútbol, de béisbol, de baskteball o de lo que sea, se apura por conocer su historia por reconocer sus logros alcanzados y por resaltar sus grandes figuras y es igual en cada aspecto de la vida si no tenemos una referencia del trasfondo histórico de lo que vivimos no podemos saber hacia donde vamos.
El que a uno le gusten las películas no lo convierte a uno en conocedor del cine, de igual manera que tener un piano no lo convierte en pianista. Para entender el cine hay que amarlo y para amarlo hay que conocerlo, el cine es más que una película es un arte con su propio lenguaje con su propio estilo y con su propia esencia. Los tiempos modernos nos han querido vender la idea de cine simplemente como una forma de entretenimiento sacrificando por completo su valor artístico en pos de conseguir llenar salas de cines con audiencias huecas.
El que nos guste entretenernos con el cine nos ningún pecado, de hecho esa es una de las características principales de este arte, sin embargo que busquemos entretenernos con películas vacías y sin alma es una perdida de tiempo y dinero, cuando hay tantos filmes buenos y que de igual manera cumplen el cometido.
El desconocimiento crea ignorancia y es por esto que debemos procurar conocer la historia del cine con sus Grandes Maestros y sus Obras Maestras para poder tener una referencia solida a la hora de tener un criterio sobre cualquier película. Recuerdo cuando Michael Douglas y Gwyneth Paltrow protagonizaran aquella película A Perfect Murder (1998) y como el público enloqueció y la alabó hasta mas no poder, si bien es una buena película no es más que un simple remake de una obra que si merece todas exaltaciones del mundo Dial M for Murder (1954) del genio Alfred Hitchcock.
De igual manera pasa en incontables ocasiones que vemos secuencias sorprendentes, personajes inolvidables y finales impactantes pero que simplemente ya han sido hechos antes y en la mayoría de las veces con mucho mayor merito y mejores resultados. Los avances de hoy ha aportado al desarrollo de muchas técnicas de filmación y efectos visuales que han hecho realidad cosas que antes era imposible, pero donde realmente nos hemos quedado rezagados son en los aspectos más fundamentales del cine, aquellos que le dan vida a las películas.
El cine seguirá evolucionando y veremos muchas grandes películas y algunas de ellas cambiarán la historia y se quedarán plasmadas para siempre en el libro de los tiempos. Pero no podemos renegar de lo que ya está y de lo que ya fue, esos pilares que se enterraron tan fuerte que aún hoy en día siguen soportando toda la estructura del cine. Todas esas obras que aún hoy después de 100 años siguen siendo referencia obligada en el mundo del cine.
Que sería del cine sin obras como Ciudadano Kane (1941)Casablanca (1942), Rashomon (1950) y un montón de películas más de la década de los 30, de los 40 y de los 50. Como siempre le digo para mí las mejores películas de la historia son a Blanco y Negro y personalmente tengo una debilidad y nostalgia por un época que gracias a la magia del DVD y otros adelantos hoy podemos revivir nuevamente.
No me imagino el cine sin maestros como: Chaplin, Kurosawa, Fellini, Wilder, Huston, Hitchcock, Antonioni, Godard, Renoir, Truffaut, Visconti, Buñuel y muchos más. Todos esos nombres que ha sido y serán influencia clara de esta nueva generación de directores y de las venideras, simplemente por que ellos son el cine.
Tomemos el tiempo de conocer el verdadero cine para encontrar el verdadero sentido de los que vemos hoy en día. Y dejémonos atrapar por la verdadera magia que sólo el séptimo arte puede ofrecer.
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HPS