Fue de la mano de las películas de acción que llegué al cine. No podría repasar todos los títulos que, principalmente junto a mi padre, disfruté en la sala de mí casa. Ver a esos héroes de celuloide salvar el día era casi un ritual sagrado. Si tuviéramos una lista para verificar requisitos de los filmes de este género, sin dudas, Extraction los cumpliría todos. La nueva producción de Netflix protagonizada por Chris Hemsworth (Thor, The Cabin in the Woods, Rush) se ajusta a la perfección al modelo hollywoodense de cine de acción. Con una producción de alta factura, no hay nada que envidiar a las mega producciones que se gestan en los estudios tradicionales.

Ya nos hemos acostumbrado a ver grandes nombres en estos filmes que se conciben directo para los canales digitales. Poner a una estrella del calibre de Hemsworth puede ser el equivalente a un determinado número de taquillas en las salas tradicionales. En el universo digital su presencia en el afiche garantiza visionados, que para los fines es lo mismo. No es secreto para nadie que son estos blockbusters los que mantienen la rueda girando. El cine de evasión tiene un nicho bastante grande y los fieles serán siempre el objetivo de los esfuerzos de mercadeo de cada una de estas producciones.

Misión imposible

Tyler Rake (Chris Hemsworth) es un exmilitar de las fuerzas especiales que se gana la vida como mercenario. La clásica introducción del personaje lo dibuja rudo al extremo y con acento de perturbación por un trauma del pasado. Antes de esto ya hemos visto como un indefenso niño es secuestrado en la India. Eso mismo que están pensando es lo que sucede. Hasta Tyler llega Nik (Golshifteh Farahani) y le ofrece la misión de rescate dejando bien claro lo difícil de esta encomienda. Pues así nuestro atormentado héroe la emprende, sin nada que perder. Los borrosos destellos del pasado buscan darle profundidad al personaje de Tyler y crear el vínculo afectivo con la audiencia. Mientras lo vemos partiendo cabezas a dos manos y disparando con una habilidad pasmosa pensamos en ese pasado que late y que no lo suelta.

Extrcation

Chris Hemsworth y Randeep Hooda (google images)

El debutante Sam Hargrave se sienta en la silla del director con una amplia experiencia como coordinador de dobles de riesgo. La historia que desarrolla viene de la mente Joe Russo (Avengers: Endgame) y ahí todo hace sentido. Hargrave trabajó en las películas de Marvel junto a los Russo coordinando los stunts y Hemsworth, pues ya saben que es el mismísimo dios del trueno. Con la combinación de este trío nace una película de acción que no decepciona en su realización, pero con un guión frágil. La edición y la cinematografía resaltan y nos regalan lo mejor en un disimulado plano secuencia por las calles de la India. Las secuencias de pelea resultan otro punto a favor, la precisa coordinación de los enfrentamientos cuerpo a cuerpo proporcionan la dosis justa de adrenalina. Extraction encuentra su mejor ritmo cuando el acelerador se pisa a fondo, cuando la acción marca la cadencia y no cuando pretende vendernos el drama que subyace en la vida de Tyler y el pobre niño que no tiene la culpa de nada.

Durante su primera media hora Extraction coquetea con hacernos respirar aire fresco y hasta nos envuelve en su frenético ritmo. En esas bien concebidas secuencias de acción el filme muestra creatividad y se las ingenia para encontrar la forma de robar algunos suspiros. Pero en su segundo acto resbala tratando de crear lazos afectivos entre los personajes con una subtrama que resta dinamismo y ralentiza la estructura que, cuando se acerca al final, ya se nota agotada.

6/10