En un artículo, que saldrá publicado próximamente en la revista Plenamar, afirmo que el documental es el oasis del cine dominicano. Este género cinematográfico ha parido obras muy importantes y que sirven de soporte a la naciente industria quisqueyana. Isla de Plástico es el más reciente trabajo de José María Cabral (Despertar, El Proyeccionista), en esta ocasión el cineasta pone sus manos sobre un tema de carácter ambiental y en proceso retrata la dolorosa realidad en nuestro sistema de manejo de desechos.

En abril de 2018 un incendio en el vertedero de Duquesa, en la ciudad de Santo Domingo, sometió a los ciudadanos a una extensa nube de humo tóxico durante varios días. Los medios de comunicación se volcaron hacia el incidente y sus causas. Es precisamente en Duquesa donde empieza la travesía de Isla de Plástico. Con un guión firmado por José María y David Maler (Reinbou), este documental revela las deficiencias estructurales y de organización en el sistema sanitario dominicano. El mayor logro de su discurso está en que se convierte en una voz para poner sobre el tapete un tema que siempre se ha tratado con paños tibios.

UNA ISLA DE PLÁSTICO

Como en las mejores películas de Bond, los realizadores encuentran su villano perfecto. El plástico se convierte en el antagonista en esta historia que se narra desde la perspectiva de su director y la actriz Nashla Bogaert (¿Quién Manda?). La incapacidad para procesar los desechos de todo un país hace que este elemento, no biodegradable, se convierta en el mayor dolor de cabeza de los ambientalistas. Las acertadas entrevistas nos llevan a conocer las entrañas del monstruo, paraíso e infierno comulgan en esta media isla. La contaminación es el primero de una secuencia de problemas que se originan en los hogares dominicanos.

Isla de Plástico tiene éxito mostrando con crudeza y sin filtros el origen del problema. De igual manera deja expuestos a los actores principales que disimulan sus actos de irresponsabilidad que rayan en lo criminal. Desde el sector privado y hasta las más altas esferas del poder gubernamental todo lo que encontramos es una negación constante para asumir una posición que produzca soluciones. Si bien en su investigación el director y su equipo tienen éxito estructurando un filme coherente y de una edición balanceada, hace ruido el protagonismo de los entrevistadores como actores principales. Las intervenciones de José María y Nashla irrumpen en la historia y desajustan el ritmo.

Isla de Plástico

Isla de Plástico (Google Images)

UN PROBLEMA DE TODOS

Donde quiere desembocar con todas sus fuerzas Isla de Plástico es en el mar de las soluciones. Más allá de los esfuerzos de organizaciones privadas, encontramos un lugar en San José de las Matas que puede ser una muestra del camino a seguir. La comunidad de Las Placetas se ha convertido en un ejemplo del manejo de desperdicios. Sus residentes se han organizado de una manera tal que viven en un entorno prácticamente libre de basura y lo hacen de una manera autosostenible.

En ese camino el filme nos empuja a la reflexión y crea conciencia de un problema global desde la perspectiva de un pequeño punto en el caribe. En sus andares también conecta con otro documental dominicano de corte medioambiental, Cacú: un cambio por la vida (2018). Ambos trabajos confluyen el acercamiento con figuras claves en la lucha por el medioambiente en la isla y de la misma forma cuando se mira el tema de las especies que se ven amenazadas por el problema de los desechos plásticos que terminan en ríos y mares.

Isla de Plástico es un documental necesario que se construye desde la necesidad no solo de exponer un problema, sino también de encontrar soluciones.

8/10