La trilogía de los colores del director Polaco Krzysztof Kieslowski es uno de sus trabajos más aclamados y una de las obras más brillantes de su carrera. Con tres películas que bien se pueden apreciar de manera separada, pero que cobran mucho mas fuerza cuando se aprecia como parte de un todo, tal cual era la intención del director.
Todos los filme fueron también co-escritos por Kieslowski junto a Krzysztof Piesiewicz, cada uno lleva su nombre por los colores de la bandera de Francia y de algún modo los tres representan los ideales políticos de la República Francesa: Libertad, Igualdad y Fraternidad.
Con el singular estilo visual que lo caracterizaba el director logró darle un sentido a cada uno de los colores que titulan sus tres obras, los colores
pasan a formar parte activa del argumento de los filmes. Kieslowski utiliza los colores para expresar los sentimientos de sus personajes y para marcar el tono de cada una de las historias.

En azul tenemos la historia de una mujer (Juliette Binoche) que pierde atrois-couleurs-rouge-94-05-g su esposo e hija en un accidente de tránsito, a partir de ahí tiene que lidiar con la pena y el sufrimiento que esta tragedia genera. El punto central de la historia es la libertad en su aspecto emocional, el director se enfoca en como el personaje de Julie (Binoche) trata de «Liberarse» de todos los lazos emocionales que la conectaban con su antigua vida, buscando así superar la tragedia.
Con una actuación impresionante de Juliette Binoche el filme fluye de una manera impecable, complementado con una puesta en escena formidable que le dan forma a una película fuerte y con un tema profundo. Kieslowski utiliza la música de una manera formidable, logrando una integración entre el sonido y las imágenes que marca incluso el ritmo de la edición del filme.
De los tres filmes este es el que posee la historia mas inusual y que adopta una linea de comedia de humor negro a diferencia de los otros dos que se inclinan hacia el drama. En Blanco Kieslowski aborda el tema de la «Igualdad«, en el filme tenemos a Karol Karol (Zbigniew Zamachowski) un ciudadano Polaco que vive en Francia con su esposa Dominique (Julie Delpy) luego de problemas entre ambos Dominique solicita el divorcio y deja a Karol sin dinero, sin residencia y totalmente humillado. Karol totalmente devastado emocionalmente decide regresar a Varsovia, luego de componerse a sí mismo comienza a planificar una venganza para recuperar su igualdad y dignidad ante Dominique.
Nuevamente el color y la música forman parte integral del filme, Kieslowski logra una obra estupenda utilizando las situaciones del personaje central de Karol para generar un sentido de lastima que a la vez raya en lo cómico. El filme se apoya en un guión denso y lleno de una fuerte simbología que nos permite interpretar la historia desde varios puntos de vista.
El capítulo final de la trilogía Rojo aborda el tema de la «Fraternidad«, con latrois historia de Valentiene (Irene Jacob) una modelo que mantiene una relación a distancia con uno novio muy posesivo, por una casualidad Valentiene conoce a un juez retirado que se dedica a espiar a sus vecinos, mediante una serie de sucesos la vida la modelo y la del juez poco a poco se conectan.
Kieslowski vuelve a valerse de un guión solido e intrincado que poco a poco va desvelando una historia con ribetes de romance, pero muy alejados de el romance tradicional. Irene Jacob ofrece una interpretación formidable al igual que Jean-Louis Trintignant en el papel de juez. Como ya es una constante el uso del color y la música vuelven a jugar un papel determinante en el desarrollo del filme.
El filme cierra de manera especial la trilogía y muestra el punto de convergencia de cada una de las historias.
Una obra digna de colección y sin dudas un trabajo que debe ser apreciado por todo amante del buen cine.
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HPS