Rudy Ray Moore fue conocido como “El Padrino del Rap” y su personaje Dolemite fue la piedra angular para que se convirtiera en leyenda. Mi Nombre es Dolemite se inspira en la vida de este comediante que se convirtió en una de las más grandes estrellas del cine de blaxploitation en los 70. Bajo la dirección de Craig Brewer (Hustle & Flow, Black Snake Moan), Eddie Murphy intenta un regreso en un ambiente muy familiar y en con el cual tiene muchas conexiones cercanas.

En una entrevista que Murphy concedió al periódico LA Times manifestó que era apenas un adolescente cuando vio The Human Tornado (1976), protagonizado por Ray Moore, y su conexión fue inmediata. El actor pudo conocer a Moore antes de que este falleciera y fue entonces que se empezó a gestar este proyecto. Pasaron 16 años hasta que en la era de Netflix la película pudo ver la luz.

EL NOMBRE ES DOLEMITE

Rudy (Eddie Murphy) es una artista que no logra hacer despegar su carrera y pasa sus días trabajando en una tienda de discos. La otra passion de Rudy es la comedia e intenta encontrar un futuro hacienda rutinas en un bar de poca monta como telonero de las presentaciones especiales. Un buen día las anecdotas de un vagabundo le dan a Rudy una idea para mejorar su rutina. A partir de aquí y junto a sus amigos cercanos, Jimmy (Mike Epps), Ben (Craig Robinson) y Toney (Tituss Burgess) se embarca en la odisea de producir un disco con sus rutinas de comedia. El éxito toca a la Puerta de Rudy pero su ambición lo lleva a aspirar más allá y de buenas a primeras decide que debe hacer una película para que su nombre sea conocido en el mundo entero. Mi Nombre es Dolemite se enfoca especialmente en lo que fue el proceso de filmación del clásico de culto Dolemite (1975).

El guión de Scott Alexander y Larry Karaszewski (The People vs. Larry Flynt) encuentra su oxígeno en los personajes más que en la contundencia de la historia. La narración tiene buen ritmo y fluye apoyándose en la comedia y espaciando secuencias dramáticas que nos ayudan a poner en contexto los altibajos de Rudy Ray Moore. Como comedia funciona bien pero los tonos de biopic dramático no siempre le sientan bien, las luces prevalecen y las sombras nos eluden. Murphy, a quien hacía mucho no le veíamos en forma, encuentra en ese personaje un vehículo para lucirse y no decepciona. Estoy seguro de que si la historia nos hubiera mostrado un poco más de las sombras de Dolemite el resultado hubiera sido excepcional.

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Escena de Mi Nombre es Dolemite (Google Images)

EL FACTOR SNIPES

Wesley Snipes interpreta a D’Urville Martin, otra de las figuras claves de ese cine de explotación de los 70. Al igual que Eddie Murphy, Snipes pasó de lo más alto al ostracismo en Hollywood. Su peculiar personaje representa un aliado para el de Murphy y ambos lograr un química perfecta. Con D’Urville la película encuentra un camino para enmarcar el convulso contexto social de esos años. Para ambos actores este filme es una especie de reivindicación.

Mi Nombre es Dolemite es una comedia de ritmo suelto que trasciende gracias a la picardía y el colorido de sus personajes y que rinde un homenaje a la revolución socio-cultural que enarboló la comunidad afroamericana en la Norteamérica de los 70.

7/10