Puntuación: 4 de 5.

Jacob ha estado clasificando crías de pollos entre masculinos y femeninos. Ha llegado su hora de receso y se fuma un cigarrillo mientras su hijo contempla una chimenea que afanada expulsa humo sin parar. Mirando a su padre le cuestiona sobre aquel humo y este último le ofrece una breve disertación sobre la inutilidad de los pollos masculinos por su incapacidad para poner huevos y sobre como son desechados. Un tosco, pero acertado intento que lo aproxima a su visión sobre la vida y a su rol como patriarca de la familia. Jacob ha desterrado a su familia y la utópica “América” se muestra como el terreno fértil para echar raíces.

El director Lee Isaac Chung (Lucky life, Abigail Harm) repasa los recuerdos de su niñez para engendrar a Minari. Las estampas que vemos en la pantalla son una serie de memorias que Chung logra articular de forma dramática para elaborar el guión. Esa nostalgia se siente en cada secuencia y en cada plano que el director nos presenta. Siempre rozando la melancolía el filme no se embriaga con ese sentimiento, más bien encuentra el camino para mostrar un drama profundo y con personajes densos.

Minari

El minari es una planta que se desarrolla con facilidad en cualquier terreno, siempre que tenga abundante agua dulce. Común en Asia, los coreanos la usan en una inmensa variedad de platos. Es fácil asociar la metáfora del minari con los intentos de Jacob (Steven Yeun) de plantarse y crecer. Así como el símbolo del minari se agregan otros elementos externos que figuran los problemas emocionales por los que pasa la familia. La escasez de agua, la tormenta, el aislamiento del mundo exterior, todo se conjuga para llevarnos por esos viajes emocionales que recorren cada uno de los personajes.

Monica (Yeri Han) con sus dudas sobre el futuro y la idea de su esposo, se convierte en un elemento desestabilizador. El lente de Lachlan Milne (Stranger Things) encuentra en ella reposo y con sus primeros planos nos permite saborear esa amalgama de emociones. Mientras Jacob trata de encontrar los medios materiales para que la familia pueda subsistir Monica lucha por mantener a la familia unida.

No eres una abuela de verdad

La entrada en escena de la abuela Soonja (Yuh-jung Youn) es el punto clave de Minari. Desde el personaje de la abuela el director aprovecha para lanzar su discurso más incisivo. Cargando con la sabiduría que llega con los años la abuela revuelve el núcleo familiar, sus acciones pueden parecer torpes e insignificantes, pero en realidad empujan a la familia a encontrar su centro. Chung la utiliza como un desahogo cómico para romper la tensión emocional y cambiar el ritmo de la historia hasta llevarnos hasta otro punto de inflexión.

Al igual que el personaje de la abuela se agregan otros secundarios que permiten dar un mejor contraste al filme. Paul (Will Patton) es otra figura clave para moldear el personaje de Jacob. Desde su fragilidad emocional y los visibles traumas de su pasado Paul ayuda a que la familia no se quiebre. Errático y bordeando la incoherencia logra ser más sensato que cualquier otro en los momentos determinantes.

Minari es un viaje íntimo que se vuelve universal, tal vez una carta de amor de un hombre a su infancia y la reconciliación con su pasado.