Cuando hablamos de westerns es inevitable mencionar el nombre de John Ford, uno de los más grandes directores de todos los tiempos y un hombre que re-definió el genero western. Toda la obra de Ford ha quedado como legado para el mundo del cine y sus películas son referencia obligada a la hora de hablar de cine de calidad.
Con «My Darling Clementine» Ford logra lo que sería uno de varios westerns que se consideran el prototipo perfecto. El propio director tiene en su haber otros westerns que ha pasado a ocupar un lugar en la inmortalidad del séptimo arte entre los que podemos mencionar «Stagecoach» y «The Searchers». Quizás el factor que hace que «My Darling Clementine» ocupe un lugar en esta lista es el hecho de que logra mezclar una historia de amor con una de venganza todo dentro de las estrictas lineas de más puro estilo western.
La historia adaptada del libro de Stuart N. Lake sobre el enfrentamiento en el «O. K. Corral» entre los hermanos Earp y la familia Clanton, nos presenta a un Henry Fonda como Wyatt Earp a Victor Mature como Doc Holliday y a Walter Brennan en el rol de el Papá Clanton. Los hermanos Earp se encuentran arreando un ganado cuando deciden pasar la noche a las afueras del pueblo de Tombstone, los tres hermanos mayores deciden ir al pueblo a mitad de la noche y dejan al más joven a cargo del ganado, para su sorpresa cuando regresan encuentran a su hermano asesinado y el ganado ya no está.
Wyatt sospecha que su hermano fue asesinado por el clan de los Clanton y1 DarlingClem1 decide quedarse en el pueblo de Tombstone hasta esclarecer el asunto y encontrar su ganado, una vez en el pueblo los locales le piden que acepte el puesto de sheriff. Es en estas circunstancias que Wyatt conoce a Clementine Carter (Cathy Downs) una joven y bella maestra que llega a Tombstone en busca de Doc Holliday, con solo verla Wyatt queda prendado de su belleza. Con la llegada de Clementine al pueblo las cosas se tornan más difíciles tanto para Wyatt como para Doc Holliday ambos lucharan por el amor de una mujer pero tendran que unir fuerzas para poder derrotar a la familia Clanton.
El guión de Samuel G. Engel y Winston Miller sirve de telón para que un maestro como Ford use un despliegue bárbaro de técnica y estilo para construir una obra impresionante que nos atrapa con una belleza visual imponente. Es como si la cámara tuviera vida propia y siempre estuviera en el lugar apropiado. Cada angulo y cada secuencia poseen un nivel de detalle que no dejan espacios para fallas. Joseph MacDonald hace un trabajo de cinematografía asombroso que nos hace pensar como podían hacer tanto con tan poco, recordando que estamos hablando de 1946. Y por su puesto lo que no puede faltar en todo buen western una música impecable que nos llega de las manos de Cyril J. Mockridge.
La presencia de Fonda en pantalla siempre fue impresionante y más cuando cuando se trataba de los filmes del viejo oeste, Walter Brennan también es otro que llena su papel con su estilo característico y para sumar al elenco un Victor Mature que logra una química perfecta con Fonda. Linda Darnell y Cathy Downs aportan la contraparte femenina ambas imprimiendo en la pantalla la clásica imagen de la damisela en peligro.
Esta es una película imprescindible para los amantes del genero y un filme que por su valor es conservado en la librería del congreso de los Estados Unidos desde el año 1991. Un verdadero clásico que con el tiempo lo único que hace es mejorar.
9/10
Ficha Técnica:

  • Dirección: John Ford.
  • Guión: Samuel G. Engel, Winston Miller.
  • Reparto: Henry Fonda, Victor Mature, Walter Brennan.
  • Genero: Western.
  • Duración: 97 min
  • País: USA.