Por Hugo Pagán Soto
El director Pablo Larraín ha demostrado que le apasiona el tema político, antes de llegar a «NO» ya el director había recorrido estos caminos. En «Tony Manero» nos lleva a la época del régimen de Pinochet y lo hace a través de un personaje que está obsesionado con John Travolta y su papel de «Fiebre del Sábado por la Noche». Con su próxima película «Post Mortem» nos mete en el corazón de la situación política de Chile en los últimos días de la presidencia de Salvador Allende, esta vez desde la óptica del encargado de un morgue que por cosas del destino queda atrapado en medio de toda la convulsión.
Si buscamos un punto de conexión entre las últimas tres películas de Larraín, además del obvio ingrediente político, nos topamos con que el director siempre nos cuenta sus historias desde afuera, desde la óptica de sujetos que son víctimas de la realidad, presas que son arrastradas por fuerzas mayores y que sin darse cuenta terminan siendo una historia dentro de la historia.

Con «NO» volvemos al tema de Augusto Pinochet que si en «Tony Manero» pablo-larrain-nofuncionó como lienzo, aquí viene a ser la acuarela no como fondo sino en primer plano. Nos vamos al Chile de 1988 en medio de la campaña mediática que arropaba a una nación que debía decidir su suerte en un Plebiscito, un país que se dividía entre un «SI» y un «NO» y una estrategia publicitaría que cambiaría todo para siempre. Pero volvemos sobre el asunto, en un momento tan crucial e histórico abundan los protagonistas, desde el propio Pinochet o los líderes de su gobierno hasta los líderes de la oposición, pero Larraín pone sus ojos en el hombre detrás de las cámaras (literalmente), en el hombre responsable de idear un campaña publicitaría que cambió el destino de Chile para siempre, René Saavedra.
Gael García Bernal da vida a ese René Saavedra que fue el encargado de dirigir la campaña de publicidad que avalaba la corriente de el «NO», junto con un grupo  de colegas Saavedra convenció a los lideres de la oposición que su visión moderna y atrevida de presentar el rechazo a Pinochet y su régimen podría dar como resultado una victoria del «NO». Sabemos que calidad no le falta a un actor como Gael y aquí vuelve a demostrar que talento no le falta. Con un personaje abrumado primero por dilemas morales y segundo por una tarea que resulta por poner su propia vida en juego, sin tropiezos nos ofrece una actuación muy buena.
En lo que se podría considerar como una jugada arriesgada, el director Pablonoposter Larraín se decide por usar cámaras de la década de los 80 para imprimir más realismo a su película. En la actualidad tenemos dispositivos capaces de capturar una definición más alta de la que el ojo humano puede apreciar y aun así Larraín se decide por un formato de vídeo U-Matic (uno de los primeros formatos de vídeo) y captura su película en formato 3:4 que nos deja una imagen mas vertical, distinta a la 16:9 que se utiliza en la actualidad donde la imagen es más horizontal y se aproxima más al campo de visión del ojo humano. El propio director admitió que la idea le vino para lograr combinar la textura y el color de los documentales de la época con el material de su filme, para el era importante no crear una «distancia» quería que su película se sintiera «cercana».
El resultado de la apuesta del director es impresionante, por momentos no sabemos si estamos viendo un documental o ficción, desde los títulos iniciales nuestra mente vuela y se traslada de manera instantánea a los años 80. Con sus imágenes nos metemos de lleno en la realidad que vivió Chile en ese momento de su historia, es más no sentimos parte de ella, nos sentimos con un impulso irreal de movernos hacía las urnas a ejercer nuestro derecho. No podemos imaginar lo que habrá sido para todos los nacionales Chilenos que vivieron en carne propia ese momento al revivir ahora esas imágenes.
Pero Larraín no está solo en su aventura, de un lado lo acompaña Pedro no1Peirano (La Nana) responsable de escribir el ingenioso guión basado en la obra del talentoso Antonio Skrámeta «El Plebiscito». Otros que le hacen la vida más cómoda a nuestro querido director son, Sergio Armstrong, quien es un habitual colaborador de Larraín, con un espléndido trabajo de fotografía que nos imaginamos fue un verdadero reto. También la editora Andrea Chignoli que logró fusionar las imágenes de archivo con el material de película de forma extraordinaria.
Con esta película Pablo Larraín se afianza como uno de los directores Chilenos de más nivel de los últimos años, sus premios le han valido poner su nombre a sonar por todo el mundo y su nominación al Oscar como Mejor Película Extranjera escribe su nombre en los libros de historia como la primera película de esta nación suramericana en obtener esta distinción.
Calificación: 8/10
Ficha Técnica:

  • Dirección: Pablo Larraín.
  • Guión: Pedro Peirano, Antonio Skrámeta (obra).
  • Reparto: Gael García Bernal, Alfredo Castro, Antonia Zegers.
  • Género: Drama-Político.
  • Duración: 118 min.
  • País: Chile.


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