La política de control de natalidad implementada por China en los años 70 marcó su destino. Tiene que ser uno de los experimentos sociales más atrevidos en la historia de la humanidad. El documental One Child Nation aborda, desde el punto de vista de una víctima, la norma fijada por el gobierno chino en los 70 y que estuvo vigente hasta 2016, que limitaba a las parejas a tener un solo hijo. El filme de Nanfu Wang y Jialing Zhang comienza como una búsqueda personal y se adentra inevitablemente en la realidad de millones de personas. Lo que parecía ser la panacea para todos los problemas se ha convertido en el yugo que amenaza a una nación.

El lenguaje es simple y directo, la cámara marca el paso y las historias se encargan de engrandecer el discurso que van cosiendo los realizadores. En ocasiones hace falta una mirada privada para poner en perspectiva un problema general. Aquí lo que se ventila son repercusiones emocionales que cuando nacieron nos estaban vestidas de maldad, el proceder era sistemático y se instaló en la cabeza de todos con una precisión quirúrgica.

REBUSCANDO EL PASADO

En el momento en que Nanfu nos enseña un fragmento de su pasado y revela su motivo para embarcarse en el viaje que representa One Child Nation, la empatía es instantánea. Como siempre esas visitas al pasado en ocasiones traen más que nostalgia. No pasa mucho tiempo cuando esas viejas heridas comienzan a sangrar y duelen como si se acabaran de infligir. Es un buen punto de referencia el que establecen los directores pues el espectador puede ir a la fuente, a los que sufrieron en carne viva un programa que cambió el mundo de millones de personas.

one clid nation

Nanfu Wang (Google Images)

Como en un escenario orwelliano vemos los resultados de la propaganda. Todo el engranaje funcionando con la precisión de un reloj suizo y el objetivo siendo adoctrinado para responder a las órdenes de su patrón. Mientras más de cerca miramos la realidad más difícil resulta de digerir. Igual de impresionante es escuchar a los ejecutores sin un ápice de remordimiento por sus acciones, solo una excepción nos encontramos, el contraste dentro del sin sentido. Una mujer procura con afán redimir su pasado y lo hace impulsando vida.

Es lógico pensar que las víctimas de este macabro experimento son las vidas que se cercenaron antes de tener la primera bocanada de aire o las que perecieron como daños colaterales del propio programa. Pero el daño se extiende como un cáncer que abarca todo, las réplicas se prolongan por generaciones. Cuando Nanfu confronta a su familia esto se hace evidente y es el momento donde el documental alcanza su clímax.

One Child Nation es un documental revelador, inquietante y perturbador. Por instantes desalentador pero con destellos de luz y esperanza que nos invitan a prevalecer.

8/10