Cuando el cine la emprende con una figura del calibre de Elton John las cosas no son sencillas. Rocketman explora los inicios de uno de los artistas más emblemáticos de todos los tiempos. El escollo siempre será el mismo, mostrar el legado, la leyenda, el héroe sin pisotear la imagen que todos tenemos instalada en la cabeza. Al menos eso piensan muchos productores, como si las leyendas pudieran mancharse. Si algo hemos aprendido de todos esos biopics que el cine nos ha regalado es que mientas más oscuros mejor. Mostrando el lado más humano, las debilidades y los desaciertos, esas figuras se hacen aún más grandes.

Dexter Fletcher, quien fue productor del también biopic sobre Freddie Mercury “Bohemian Rhapsody”, parece haber entendido la anterior premisa. En el filme que aborda del mítico vocalista de la agrupación Queen todo resultaba muy ligero y esta melodramático, fue la actuación de Rami Malek el punto más alto y lo que salvó al filme. Ahora Fletcher se acomoda en la silla del director y le da el toque necesario a esta Rocketman, mostrando a un Elton John sin maquillaje y permitiendo que sea su propia fuerza la que haga el trabajo sin disimular nada.

ELTON HERCULES JOHN

Enfundado en un vistoso traje naranja, repleto de brillo y unos cuernos gigantes Elton John (Taron Egerton) camina en una secuencia en cámara lenta hacia lo que parece ser una de sus tantas presentaciones. Cuando al fin las puertas se abren nos topamos con un grupo de personas sentadas en un círculo en lo que aparenta un grupo de apoyo para adictos. El guión de Lee Hall (Billy Elliot, War Horse) no pierde tiempo y de inmediato nos desnuda a ese Elton que se presenta y desembucha de una sola vez todas sus falencias. Esa confesión en primer plano y con el atuendo estrafalario aún sobre su cuerpo es una especie de mea culpa y de catarsis.

Desde ese punto el filme nos lleva en una especie de regresión, una introspección en primera persona por el pasado de Elton John. Rocketman nos embarca en una fantasía musical y transcurre siempre apegada a las líneas de los musicales clásicos de Hollywwod. El uso del lenguaje no podía ser más acertado y Dexter Fletcher encuentra el camino correcto para repasar la herencia musical de uno de los artistas más exitosos de la historia. Extensos flashbacks nos dejan ver desde su turbulenta infancia hasta sus inicios en la industria de la música y en ese proceso el personaje se va despojando de todos los trastos que pesan sobre él. La alegoría es obvia, Elton se va quitando capas para encontrarse a sí mismo. Todo el ajuar extravagante que le caracterizaba sirvió no solo para construir una marca sino también para tratar de llenar vacíos emocionales.

Rocketman

Taron Egerton como Elton John (Google Images)

EL ROCKETMAN

Rocketman es un verdadero espectáculo cinematográfico. Los detalles en el diseño de producción, la dirección artística y los diseños de los escenarios le dan un toque mágico a la película. Cada secuencia que se adorna con uno de los tantos temas que se han hecho icónicos en la voz de Elton John es pura adrenalina. La historia encuentra sus mejores momentos en los escenarios y cuando llegan las pausas se las arregla para convencer con un buen drama.

Taron Egerton demuestra todo su talento y se mete de lleno en el personaje de Elton John. Además de su soberbia actuación Egerton también se emplea a fondo y hace todas las secuencias de canto con su propia voz. Otra piedra angular es Jamie Bell que hace de Bernie Taupin, quien ha sido el responsable de escribir la mayoría de los temas que inmortalizaron a Elton John. La relación de John y Taupin sirve como catalizador temprano para dar dinamismo a la historia, tanto dentro como fuera de los escenarios la relación entre ambos juega un papel vital y eso no se pasa por alto en Rocketman.

Los más entusiastas de la carrera de Elton John encontrarán en Rocketman un oasis para calmar toda su sed musical. Un drama bien actuado y con una impecable realización de los números musicales que aportan sin dudas la nota más alta.

8/10