POR: HUGO PAGAN SOTO
Las adicciones son uno de esos temas de los que se dice recurrentes en el cine. Las hemos visto en todas formas y colores a veces con temas profundos y serios unas otras con temas mas ligeros y no tan serios. Hemos visto alcohólicos, drogadictos, ludópatas y otros tantos más. Las historias que involucran personajes con estas condiciones despiertan las más variadas emociones en los espectadores, en ocasiones sentimos empatía otras veces no podemos sentir mas que desprecio y repugnancia y ponemos de inmediato una barrera insalvable entre el personaje y nosotros.
Con «Shame» el director Steve McQueen (no guarda relación alguna con el actor) nos sumerge en una historia que nos muestra otro tipo de adicción, una tan fuerte como las que escuchamos con más frecuencia y es la adicción al sexo. Al igual que todas las dependencias incontrolables esta resulta dañina y auto-destructiva para quien la padece convirtiendo al sujeto en un ser incapaz de relacionarse socialmente de una manera normal. McQueen nos lleva en un viaje a lo más profundo de la psiquis de un verdadero adicto al sexo y nos deja palpar lo que es vivir con esta enfermedad.
Debemos decir que este Steve McQueen a penas con dos largometrajes nos shametiene verdaderamente impresionados, su anterior «Hunger» de 2008 nos resultó una película verdaderamente exquisita y siendo su Opera Prima la misma le otorgó reconocimiento internacional y lo llevó a ganar un montón de premios. Con la presente «Shame» vuelve a demostrar su calidad no solo como director sino también como guionista pues en ambas ha co-escrito la historia. Tratándose de una historia con un tema tan delicado y escabroso resulta realmente complejo desarrollar una película que no resulte insultante o hasta cierto punto aberrante, las lineas entre el arte y la morbosidad resultan más delgadas de los usual.
Precisamente es en la forma y el estilo donde el director se destaca aun cuando nos presenta imágenes crudas que pueden incluso resultar repugnantes y grotescas no nos incomoda, en primer lugar no lo hace por puro morbo o por placer personal cada imagen está justificada plenamente por las características del personaje y segundo cada secuencia está manejada con un alto nivel estético. Si bien es cierto que la historia contiene imágenes fuertes resultaría contraproducente contar este tipo de historia sin mostrar lo que se muestra en la pantalla, además esto es precisamente el objetivo del director que no trata el tema a la ligera sino que se lanza de cabeza y nos lleva con el a conocer las consecuencias más devastadoras  de este tipo de adicción.
Brandon Sullivan (Michael Fassbender) es un ejecutivo que vive en la ciudad de Nueva York con un trabajo estable y una buena posición económica pero que vive atrapado por una adicción incontrolable al sexo, su vida discurre entre la oficina y su oscura vida privada llena de lujuria y desenfreno sexual. Su inusual rutina se ve interrumpida cuando sin aviso aparece su hermana menor Sissy (Carey Mulligan) y los comportamientos de ambos comienzan a convulsionar. Brandon quiere a su hermana fuera de su vida para continuar su rutina y Sissy de alguna forma busca refugio en su hermano tratando de corregir su vida errante, ambos tocaran fondo en la busqueda por re-orientar sus vidas.
Michael Fassbender una vez más demuestra su calidad y nos atrapa con una actuación simplemente impresionante, logra trasformarse en un personaje que es una bomba de tiempo un verdadero impulsivo incontrolable que nos puede resultar despreciable pero por el cual sentimos compasión. Por su parte Carey Mulligan se muestra a la altura y hace la perfecta contra-parte su presencia tiene mucha fuerza y aporta peso a la historia.  La secuencias cuando ambos están en pantalla son impresionantes y nos absorben por completo por la fuerza interpretativa de ambos.
La música de Harry Escott se mezcla de manera perfecta con las imágenes de Sean Bobbitt para dejarnos un deleite audiovisual de primera, cada plano está construido con un elevado nivel de detalle, desde la secuencia inicial que nos muestra al protagonista en el vagón del  tren absorto del mundo pero sumido en su realidad, hasta la excelente secuencia final que nos lleva junto con el personaje central en una espiral de decadencia hasta llegar a lo más bajo para luego terminar  en ese mismo vagón que resulta la conclusión del círculo y el verdadero momento de definición para el personaje de Brandon.
Esta «Shame» nos resulta una excelente película que nos muestra un tema difícil y duro de digerir, claro que no la recomendamos para los mas conservadores o aquellos que se puedan incomodar con desnudos frontales o escenas de sexo explicitas, no fue pura casualidad que este filme recibiera una clasificación NC-17. Pero si creen que pueden digerir el tema de seguro apreciaran en este filme el trabajo de un verdadero artista.
9/10
Ficha Técnica:

  • Dirección: Steve McQueen.
  • Guión: Abi Morgan, Steve McQueen.
  • Reparto: Michael Fassbender, Carey Mulligan, James Badge.
  • Género: Drama.
  • Duración: 101 min.
  • País: Reino Unido.
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HPS