Por Luis G. Jansen
Los Rolling Stones proveyeron la banda sonora de mi década de sexo y drogas.”

Martin Scorsese.

Se ha escrito en incontables ocasiones sobre la innegable influencia de la música en el cine. Desde El Cantante de Jazz (1927), hasta la actualidad, el combinar fotogramas con notas musicales ha sido reseñado, criticado y comentado en infinidad de veces. Algunas películas han resultado airosas de estas miradas, más otras no tanto.
El, quizás, mejor director de Hollywood vivo es maestro en la materia. Martin Scorsese es un probado amante de la música, y nos lo deja ver a través de sus trabajos, empezando por su primer largometraje, Whos That Knocking at my door (1967), Scorsese utiliza de manera magistral la canción The End de The Doors en la escena de desnudos.

Una de las más grandes interrogantes de nuestros tiempos es: ¿Que tendrá scorsrolling_lgTarantino en su Ipod? Lo más seguro es que ni el mismo sabe, y nosotros seguimos del otro lado de la pantalla preguntándonos: ¿Pero y de donde es que el pana saca esas canciones? Bueno, si tenemos que preguntarnos: ¿Que tendrá Scorsese en el suyo?, hay una banda que estamos seguros que no le puede faltar, Los Rolling Stones.
No es hasta su tercer largometraje, Mean Streets (1973), el proyecto que puso a Scorsese en el mapa, con que el director consigue el chance de proyectar iconos que definirían luego su carrera (Escribir sobre NYC; retratar la mafia; trabajar con De Niro; expresar sentimientos sobre el catolicismo y lo más importante: su profeso amor por Los Rolling Stones). En dicho filme se usa la canción de Los Stones Jumpin’ Jack Flash, en la secuencia en que De Niro camina a través del bar. La escena esta matizada de rojo proyectando confianza en sí mismo; se va a cámara lenta cuando proyecta a De Niro, Dolly in hasta primer plano a Harvey Keitel quien observa con seriedad; vuelve a 24 fotogramas por segundo con el dueño del bar para dar movilidad a la secuencia, y en el fondo suena esa canción de triunfo Jumpin’ Jack Flash.
Un poco antes en la escena previa suena en el fondo la canción Tell Me tambiénmean de Los Stones, con la secuencia de Harvey Keitel bailando a través del bar e intercalando los cuadros de Keitel con los de la bailarina erótica, para expresar los sentimientos hacia ella. Los Rolling Stones, se autodefinieron en los 70’s como la banda más grande de Rock n’ Roll del mundo, y luego la historia estuvo de acuerdo con ellos. Se formaron en Londres en el 1962 y ya en 1970 el exponente de la Nouvelle Vague, Jean-Luc Godart, les dedicaba su documental Simpaty for the Devil homónimo de la canción de Los Stones. Unos años posteriores al trabajo de Godart, la música de Los Stones se convertiría en una entrañable aliada del joven Scorsese.
Han existido en la historia pocos directores que utilicen la música mejor que Scorsese, el hombre es un genio insertando notas tanto de manera ambiental como incidental. Mas no solo se apoya de música popular, ya vimos en The Age Of Inocence (1993) una impecable banda sonora de música clásica, la mayoría de la dinastía Strauss. Sin embargo es evidente que su corazón pertenece al Rock.
Scorsese dirigió: el documental No Direction Home (2005) sobre el músicoThe-Band-3 anglosajón más influyente de la historia, Bob Dylan; el documental sobre The Band: The Last Waltz (1978), el cual muchos consideran el mejor documental sobre Rock jamás hecho; el documental Living in the Material World (2011) sobre el Ex-Beatle: George Harrison; produjo el documental The Blues, dedicado a la historia de ese género sureño; y dirigió el video musical Bad de Michael Jackson.
Luego de dirigir el documental sobre The Band estrechó con Robbie Robertson, el líder de la agrupación, una cercana amistad. Esto se tradujo en Robertson como asesor musical de Scorsese para posteriores producciones y encargarse de la banda sonora de filmes como Raging Bull (1980) y Casino (1995), esta ultima la película de Scorsese donde suenan más canciones de Los Stones, seis en total.
Ahora bien, el trabajo relativo a la música del cual el mismo Scorsese ha declarado sentirse más orgulloso es de su documental sobre Los Rolling Stones, Shine a Light (2008). Roger Ebert definió Shine a Light como “El documental más intimo jamás hecho sobre un concierto de Rock en vivo” y creo que tenía razón. La química entre: sonido, desplazamiento de cámaras y encuadres es admirable, organizados por  la formidable edición que hace de Shine a Light una gran experiencia audiovisual.
No es de sorprender la intimidad reflejada en Shine a light. Es el resultado deshine como dijo Scorsese: “Conocer cada nota que iban a tocar”. Intimidad, es también la palabra correcta para definir la influencia de Los Stones en el trabajo de Scorsese. El cineasta ha explicado en varias ocasiones que la influencia de dicha banda en sus filmes no se reduce solo al uso de su música en la banda sonora, sino que ha definido la forma de algunos sus filmes. Lo explico: varias de sus producciones han sido inspiradas en la música de Los Stones.
Scorsese dijo sobre Mean Streets que la música de Los Stones definió el temperamento, el ritmo y el tono del filme. De igual forma sobre Casino dijo que él había concebido el “humor” de la película 30 años antes, mientras escuchaba Satisfaction y Simpaty for the Devil, y que en el ‘95 lo único que hizo fue plasmarlo visualmente. Incluso se conoce al director por reproducir música de los Rolling Stones en el set de filmación de varios de sus filmes, para que el equipo alcance el ánimo que persigue.
Scorsese ha reproducido en sus filmes hits de Los Stones como Satisfaction, Sweet Virginia, Let it Loose, entre otras. Incluso, solos de Jagger como Memo for Turner. Pero la canción que todo el que lee este escrito está esperando a que me refiera es Gimme Shelter. Existen innumerables interpretaciones sobre la canción, y Scorsese ha fijado la suya. En Goodfellas (1990) la usa en la secuencia en el apartamento de Sandy, mientras Henry describe su negocio de distribución de cocaína, justo luego de la escena cuando Paul le ordena mantenerse lejos de dicho negocio. En Casino, se reproduce junto a la yuxtaposición de imágenes de las acciones de Nicky mientras suenan soliloquios de De Niro y de Pesci. En The Departed (2006), suena justo en el intro del film mientras Nicholson explica su filosofía al compás de imágenes que describen la personalidad de su personaje. En la misma película se puede escuchar de nuevo y más discretamente, en la escena en que el personaje de Matt Damon se muda con su novia.
En cada una de estas películas Gimme Shelter suena en un momento de gimmeambigüedad moral e inestabilidad emocional. Estudiando cada una de estas tres películas de Gánsters, y viendo el momento de la canción en el contexto del filme, observamos como Scorsese utiliza Gimme Shelter para retratar a un ser humano que está viviendo en el límite, que se encuentra al borde del desbalance emotivo al tiempo que proyecta la relación sociológica que impregna el medio en el individuo. Esa es la interpretación de Gimme Shelter en los filmes de Scorsese. La canción es el sonido del ser humano que vive al límite psicológicamente por la influencia de su relación con su ambiente, específicamente por cometer actos legal y moralmente reprochables.
Sobre la música de Los Stones per se, vuelvo a citar a Ebert cuando escribió al final de una reseña publicada en su libro Ebert on Scorsese: “Si han leído hasta aquí, pues no hay nada que yo pueda decirles sobre la música de Los Rolling Stones que ustedes ya no sepan…”

LGJ