El escritor y humorista español Pedro Ruiz dijo en una ocasión: “Lo bueno del cine es que durante dos horas los problemas son de otros.” Y bien que esto podría aplicarse con Three Billboards Outside Ebbing Missouri. No es que me alegre de que Mildred Hayes (Frances McDormand) tenga que atravesar un verdadero calvario después del horrendo asesinato de su hija, pero sí que me voy a unir al amigo Ruiz y a dar gracias porque esta tragedia la vive otro. Al parecer no existe en el universo de Martin McDonagh el más leve destello de esperanza. Y es que, desde su Opera Prima “In Bruges” la fatalidad y la desesperanza son las líneas principales por las que deambulan sus personajes.

Al igual que sus dos películas anteriores McDonagh escribe y dirige algo que sin dudas se le ha dado muy bien. El guion es bastante sólido y tiene además de una serie de personajes maravillosos, unos buenos puntos de giro. En cuanto a su labor detrás de cámara una vez más demuestra que maneja a la perfección la narrativa cinematográfica y más cuando navega en las aguas del humor negro. Como un náufrago que se aferra a cualquier cosa que lo mantenga a flote y le dé esperanza de vida, nos aferramos a cualquier cosa en esta Three Billboards Outside Ebbing Missouri en busca de algún personaje que no destile desgracia. Pero al final sabemos que esto será un consuelo temporal, la adversidad tiene todas las cartas para ganar la partida.

Lo de la veterana Frances McDormand no sorprende y esto lo digo en la mejor de las formas, no sorprende que una vez más nos deje pasmados con una interpretación brillante. Esa Mildred es toda una fuerza de la naturaleza, una leona herida pero impulsada por la sed de justicia, ¿o será de venganza? Para ella el fin justifica los medios en todo el sentido de la frase. Junto a ella tenemos a un Woody Harrelson y a un Sam Rockwell que se muestran de igual forma impecables, sería justo decir que Rockwell se destaca más en su rol de Dixon. Las capas de ese oficial Dixon son muchas y vamos conociendo cada una conforme avanza el filme.

PUEBLO CHICO INFIERNO GRANDE

El mundo que McDonagh dibuja a sus personajes parece un espejismo, este “Ebbing” luce apacible y hasta acogedor pero mientras más conocemos a sus habitantes menos nos gustaría estar ahí. Así como se complican las vidas de nuestros protagonistas así mismo se va complicando la trama. El crimen parece no ir, ni por asomo, en la dirección de esclarecerse y los conflictos internos y externos de Mildred, Dixon, Willoughby y demás se hacen cada vez más complejos.

“Toda esta ira, solo engendra una ira mayor”… Esto lo resume.

10/10


HPS