Lo primero que vemos es una señal de PARE, mientras la cámara cierra el plano cada vez más hasta que se hace evidente que este es el grito más fuerte del discurso de BOYZ N THE HOOD. Ese STOP era lo que más anhelaba John Singleton. Con su Opera Prima el director norteamericano  se expresa en contra del deterioro y la espiral de violencia que arropaba a la población afroamericana en los Estados Unidos en medio de los 80 y principios de los 90. Nos lleva hasta el corazón de la parte central del sur de Los Ángeles para contarnos una historia que pudo ser la de cualquier niño creciendo en ese turbulento e inestable ambiente. Pero vamos a seguir a Tre (Cuba Gooding Jr.) y a su padre Furious (Laurence Fishburne) en un viaje que les transforma la vida y los enfrenta con la cruda realidad.

¿HAY ALGO MAL?

Al incio del filme vemos a Furious en una discusión con un oficial de policía y tras algunos argumentos el oficial le pregunta al padre de Tre que si hay algo mal, Furious responde que sí lo hay y que lo lamentable es que él no sepa lo que es. En BOYZ N THE HOOD encontramos vestigios de la infancia de Singleton que no solo dirige sino que también firma el guion. Tal cual el personaje de Tre, Singleton creció con sus padres separados y pasaba tiempo en ambas casas hasta que se fue a vivir de manera definitiva con su padre al sur de Los Ángeles.  Ahí creció entre la violencia de las pandillas, el alcohol y las drogas pero siempre al margen de los malos senderos gracias a la estricta crianza de su progenitor.

Mientras más avanzamos en la historia más comprendemos que lo que está mal no son los muchachos que se pierden en un círculo infinito de violencia sino el sistema que los empuja y los margina. Muchas veces con una destreza y una sutileza digna de un veterano del cine Singleton expone su visión. Aun cuando en otras sentimos que en su discurso recurre a sensiblerías que no aportan a la historia. Sin embargo la potencia de las actuaciones y el buen manejo de la puesta en escena hacen de esta película una obra digna y que aun contrastada con el tiempo mantiene su valor social y cinematográfico.

NO LES IMPORTA LO QUE PASA EN EL BARRIO

Uno de los personajes centrales que orbita alrededor de Tre es Doughboy (Ice Cube). En la secuencia final, que debo decir está construida de manera magistral y nos deja ver lo más profundo de ese Doughboy, este le dice a Tre que siente que a nadie sabe o peor aún a nadie le importa lo que pasa en el barrio. Esas últimas líneas definen la esencia de la obra de Singleton, lo que comienza con una súplica de cese de la violencia termina con el personaje que la encarna reconociendo la inutilidad de la misma y confrontando su vacío existencial.

Si bien la filmografía de Singleton no trascendió, BOYZ N THE HOOD se convirtió en la película de referencia de su carrera por su excelente realización, por su  valor social y por ser un elemento de cambio en la industria hollywoodense.

8/10