Cuando Tara Wood inició la producción de QT8: Las Primeras Ocho, Harvey Weinstein aún era un dios en Hollywood. En cierto modo este documental vivió su propio proceso dentro del sonado caso Weinstein. El otrora magnate del cine cayó en desgracia cuando comenzaron a salir acusaciones de abuso sexual en su contra y en el medio de todo este torbellino terminó esta película de Tara Wood. Weinstein era uno de los productores de este trabajo sobre Quentin Tarantino, su protegido y  amigo de más de 20 años, pero cuando todo explotó sus abogados comenzaron a poner trabas a la producción. Wood tuvo que pelear duro hasta que por fin pudo iniciar en 2017 la producción de su documental.

La obra de Quentin Tarantino es analizada desde el punto de los que han trabajado con él durante toda su carrera. De cierto modo QT8: Las Primeras Ocho hace una especie de cronología fílmica del legado cultural de Tarantino. La directora nos deja ver un poco al hombre y un poco al artista, siempre desde los testimonios de terceros. Tarantino puso una sola condición cuando supo que Tara Wood se embarcaba en este trabajo, no quería ser entrevistado para no incidir en forma alguna en el filme. Una carrera de más de 20 años, en la que el mundo ha sido testigo de películas que han cambiado el rumbo del cine, se ve resumida en un trabajo de 2 horas.

QUE 21 AÑOS NO ES NADA

El recurso de la entrevistas puede resultar monótono si no se utiliza de forma correcta. De forma muy acertada Wood divide el documental en tres partes, en ellas agrupa los trabajos con características comunes. Nombres como el de Richard N. Gladstein, uno de sus primeros productores junto a Lawrence Bender, hasta otros más sonoros como Samuel L. Jackson o Tim Roth, que han estado junto a Tarantino desde el inicio de su carrera nos ilustran con anécdotas y puntos de vistas sobre la obra del aclamado director.

Aún para los más educados en la obra del hombre de Pulp Fiction (1994), esta pieza resulta un aporte fundamental para ver con más detalle y ver con un espectro más amplio las motivaciones de esa ajetreada mente. Pequeños detalles que van desde cómo pasó del sofá en casa de un amigo a La Croisette en Cannes hasta de como mantuvo promesas de concebir personajes para actores que Hollywood ya había olvidado, agregan mucho valor a este documental.

Para hacer su narrativa más atractiva Wood separa esas primeras 8 películas de Tarantino en tres grupos. En su etapa inicial tenemos Reservoir Dogs (1992) y Pulp Fiction (1994) que de inmediato le convirtieron en un fenómeno del séptimo arte. Luego pasamos al período que la directora considera como las películas de género iniciando con Jackie Brown (1997), único filme que no es un guión original de Tarantino, pasando por su épica Kill Bill Vol. 1&2 y hasta llegar a Death Proof (2007) quizás su película más. Como colofón entra la fase de sus películas sobre venganza y redención que inicia con la majestuosa Inglorious Basterds (2009), le sigue su película más taquillera Django Unchained (2012) y concluye con The Hateful Eight (2015). Justo ahí termina el camino de Wood, cuando Tarantino se encontraba en el rodaje de su noveno proyecto “Once Upon A Time in Hollywood”.

QT8

QT8 (Google Images)

DEL VÍDEO CLUB A LA SILLA DEL DIRECTOR

De un vídeo club en Manhattan Beach, California salió una de las mentes más frescas del cine moderno. Sin ninguna educación formal como cineasta Tarantino ha basado su carrera en su vasto conocimiento de la historia del cine. Miles de horas de filmes le dieron todo lo que necesitaba para convertirse uno de los autores más influyentes de su generación.

“Cuando alguien me pregunta a cuál escuela de cine he ido, yo respondo: No fui a ninguna escuela de cine, solo fui al cine”

En QT8: Las Primeras Ocho es la audiencia que debe construir el discurso. Los relatos de los entrevistados solo ayudan a descifrar el camino, pero hay mucho que leer entre líneas. Es interesante ver como sus protagonistas femeninas valoran su trabajo y la forma como construye los personajes para ellas. Mucho antes del me too y los discursos de inclusión ya Tarantino había estructurado roles con mujeres fuertes y en posiciones de control. Igual podemos comprender mejor como su relación con su editora de siempre, Sally Menke, fue esencial para la trascendencia de su obra. Para el director Menke fue su co-escritora por la forma como entendía lo que él deseaba ver en los trabajos terminados.

Este documental es un trabajo rico en contenido y que ofrece detalles nunca revelados que ayudan a asimilar mejor la herencia cinematográfica que nos ha dejado Quentin Tarantino.

8/10